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Retomando con lo ocurrido en el número anterior, este cómic se encarga simple y llanamente de contar un desarrollo bastante predesible, en donde casi toda la Batfamily se reune en Gotham para acabar con el Batzombi que reviviera en la Fosa de Lázaro anteriormente. Y con esto me refería a esa "sensación inusual" que mencioné antes. Quiero decir, el guión me resultó demasiado simple para ser de Morrison, ya que aparte de que sucede no mucho más de lo esperado, el cómic consta de un solo momento de acción que ya comente hace unas líneas. Como dije, demasiado simple. De todo modos, yo pienso que después de ocho número muy buenos, se le puede perdonar al escocés que uno salga no-tan-bueno, ¿verdad?
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Sin embargo, este cómic tuvo un elemento que lo hizo por demás de entretenido: el Batzombi. Creo que todos van a estar de acuerdo conmigo en que no solo sus actitudes y gestos fueron lo que le dieron dinamismo al relato, sino también su caracterización muy graciosa y bizarra. Como bien dice mi amigo Mariano Abrach, habrá muchos que concideren esto como una burla o "falta de respeto" a la verdadera y mística historia del Murciélago, pero para mí, esto es justamente lo que hace que nos guste el trabajo del escocés: su bizarra forma de contar historias y su sutil forma de, muchas veces, contar el orígen del personaje a su antojo.
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Y claro, poducto de la ensalada mental que este clon tenía en su cabeza, todos los recuerdos originales Bruce Wayne se le mezclaban un poco y hacían que en muchos casos diga cosas verdaderamente incoherentes, pero hubo un momento en cuál nos desconcertó un poco al poner en duda el verdadero lazo entre Bruce y Damian. Esto bien podría no tener importancia alguna, o en el peor de los casos, podría indicar que Damian nunca fue hijo de Bruce y que siempre ha sido un infiltrado (sin saberlo) de Ras y Talia Al Ghul para de algún modo arruinar los planes de la Batfamily, como originalmente era la intención en "Batman and Son". Y si a esto le sumamos el hecho de próximamente Talia cusará estragos y problemas entre Dick y Damian para empeorarlo todo, esto que digo podría llegar a ser remotamento cierto. De todos modos esta es una mera suposición mía y dudo que esté en lo correcto, aunque con Morrison en los guiones, nunca se sabe...
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Más allá de que el guión haya sido bastante común debo decir que me gustó, pero lo que me gustó mucho más fue el excelente trabajo del dibujante Cameron Stewart. Debo confesar que pocas veces he visto que un artista logre plasmar con tanta calidad, prolijidad y diamísmo a los personajes del Univeso Batman, y ni hablar de sus escenas de acción; un verdadero banquete visual. La verdad, disfrute mucho del trabajo de Stewart a lo largo de estos tres números y me da algo de pena que se vaya, pues estoy seguro de que lo vamos a extrañar... hasta que vuelva Quitely, claro.
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Entonces, si sumamos el guión simplista de Grant Morrison y el arte descollante de Cameron Stewart, nos da como resultado un cómic muy bueno. Si, es cierto, este no fue el mejor número de "Batman and Robin" pero tampoco fue malo. Creo que nos hemo mal acostumbrado un poco, a que siempre esperamos mucho del guionista y no simpre nos lo da. Ojo, no me malentiendan, el cómic me gustó, pero se que el escocés puede hacer cosas muchísimo mejores. Ahora, a esperar con ansias... ¡Batman vs. Robin!
Con cooperacion del blog de batman